Vengo a contaros ahora por qué me gusta utilizar las rúbricas para evaluar en las pruebas escritas.
La ventaja de hacerlo en exposiciones orales, trabajos, presentaciones, resúmenes, etc. creo que es bien conocida, tanto para quien evalúa como para quien tiene que ser evaluado. (Hay muchas rúbricas de este tipo en este enlace, cuidado que salta mucha publicidad).
Pero yo las utilizo también en los exámenes y es por las siguientes razones:
En primer lugar, porque mi alumnado la tiene a su disposición prácticamente en el momento en que empezamos a trabajar los contenidos que serán evaluados en esa prueba. De esta forma pueden saber qué es importante, qué deben conocer mejor y, sobre todo, qué tienen que preparar para hacer esa prueba. (¿No os ha pasado alguna vez que siempre hay algún alumno que no sabe qué contenidos entran en esa prueba? si tiene esta rúbrica a su disposición con la antelación suficiente podemos ahorrarnos ese mal trago). Este es un ejemplo de una rúbrica que puedo dejarles con antelación a la prueba de Álgebra en 3ºESO:
2. En segundo lugar porque creo que es más justo para ellos/as. Por ejemplo: en un examen de Matemáticas puede que tengan dificultades en un tipo particular de operaciones, y que precisamente en esa prueba aparezcan muchas veces esas operaciones. ¿Cómo podemos evaluar a un alumno que tiene todas las actividades erróneas porque se ha equivocado en unas operaciones recurrentes? ¿Con la misma calificación que quien no ha sabido ni empezar las actividades? Es por ello que en mi rúbrica siempre hay un apartado final que hace referencia a los cálculos y operaciones matemáticas, de forma que si saben hacer todos los procedimientos pero se equivocan sistemáticamente en los cálculos o en la forma de escribirlos no les penalizará más que por eso, y mantendrán la puntuación que han obtenido por hacer correctamente los pasos previos.
3. Y por último, ¿qué significa tener una calificación del 50%? ¿Que ha sabido resolver correctamente el 50% de las actividades propuestas o que ha sabido resolver el 50% de cada una de las actividades propuestas? Creo que solamente la calificación numérica no les da suficiente información sobre su proceso de aprendizaje, de forma que con los resultados en la rúbrica que aparece en la propia prueba, siempre son conocedores de aquellos aspectos que ya dominan y aquellos en los que deben mejorar. Al final hay una nota, claro, pero lo importante es el resultado de la rúbrica, es lo que les ayudará a mejorar para el futuro de la asignatura.
Y no se me ocurre ninguna desventaja... quizás el hecho de cambiar el chip a la hora de corregir, pero creo que al final esta tarea se hace más sencilla cuando nos acostumbramos.
Este sería un ejemplo de una prueba basada en la rúbrica anterior. Es sencillo adoptar las actividades a aquella rúbrica propuesta: