La Conselleria d'Educació de la Generalitat Valenciana puso en marcha a mediados de curso un canal de Telegram para mantener informada a la comunidad educativa de las diferentes convocatorias, legislación y actividades que ofertan.
En mi centro se decidió copiar este modelo y utilizar este servicio de mensajería para, a una escala diferente, hacer lo mismo.
¿Por qué?
No entraré en la comparación entre este servicio y el de Whatsapp, que si uno es más seguro que el otro, que si tiene mejores emoticonos... No. Lo que nos ha interesado especialmente es la capacidad de Telegram de crear canales. Un canal de Telegram es como un grupo de whatsapp con alguna salvedad importante:
En primer lugar, la más importante para nosotros: la privacidad. Los alumnos y las familias se pueden unir a nuestro canal y ni el administrador puede conocer el número de teléfono de los seguidores ni estos pueden conocer el suyo.
Además los canales de Telegram pueden ser seguidos por un número ilimitado de usuarios.
Hay muchas más características que hacen interesante el uso de esta herramienta, pero después de probar unas cuantas, encontramos la forma de poder llegar a la comunidad educativa de una forma directa, rápida y privada.